A la hora de elegir materiales para techos metálicos, es esencial conocer los distintos grosores para garantizar un tejado resistente y duradero. Los grosores más comunes se expresan en calibres, donde un calibre menor indica un metal más grueso. Por ejemplo, un tejado de calibre 22 es más grueso y resistente que uno de calibre 26.
Los tejados de menor calibre, como los de calibre 29, son ideales para proyectos que requieren flexibilidad y economía, como cobertizos o estructuras ligeras. En cambio, los de mayor calibre, como los de calibre 24, se recomiendan para cubiertas en zonas propensas a condiciones climáticas extremas, ya que ofrecen mayor resistencia a los vientos fuertes y al granizo.
Consideremos un ejemplo en el sur de Texas, donde los huracanes son frecuentes. Optar por un tejado de calibre 22 para una casa en esta zona proporciona una mayor protección contra los embates de la intemperie, garantizando que el tejado permanezca intacto frente a los vientos huracanados y los posibles daños causados por los escombros.
Elegir el grosor adecuado de una cubierta metálica es esencial para garantizar la seguridad y durabilidad de una estructura. Evalúe las necesidades específicas de su proyecto y las condiciones climáticas de su zona para tomar la decisión correcta sobre el calibre del metal, garantizando un tejado fiable y de calidad.
